Te pasa que cuando vas a salir con alguien te arreglas lo mejor posible, te pones tu ropa más bonita y piensas en el lugar perfecto para llevar a esa persona especial. Los nervios te consumen porque quieres que todo salga perfecto.

Pues eso también lo podríamos aplicar con nosotros mismos, así es. La misma atención y detalle que le ponemos a las citas con otras personas podríamos ponerla con nosotros mismos. No necesitas de alguien más para tener una cita. 

Planea un día solo para ti en el que le tomes la misma atención como si fueras a salir con tu artista favorito o alguien que te encante. 

Ponte esa ropa que has guardado para una ocasión especial, ve a ese lugar que siempre has querido y has reservado para ir con alguien más, gasta el dinero que gastarías en una cita de pareja.

Porque lo mereces, porque es sano y porque seguro lo disfrutarás muchísimo.  No tengas vergüenza de salir solita/o porque no hay nada de qué avergonzarse es solo una muestra de lo mucho que te gusta estar contigo mismo. 

No te dejes de lado e intentalo por lo menos dos veces al mes, planea tus citas contigo mismo. Saber disfrutar de nuestra soledad y de nosotros mismos es muy saludable, así solo dejarás entrar a tu vida a gente que te aporten cosas, que sumen a tu vida experiencias y no solo por el hecho de no estar solito/a. 

Así que la próxima vez que no tengas con quien ir a ver esa película, ese museo, ese restaurante o ese concierto. ¡Lanzate tu! No tienes nada que perder y  mucho que disfrutar. 

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