¿Intuición o Ansiedad?
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El ajetreo de la vida nos ha hecho dudar de todo: de nuestro cuerpo, de nuestra mente y, lo más importante, hemos dejado que el miedo se apodere de nosotras. Así que esta vez creemos necesario hablar sobre la intuición y la ansiedad, comprenderlas desde su raíz para poder identificarlas y dar un paso más hacia nuestro autoconocimiento.
Y aunque parece que entre las dos hay una línea muy fina, la verdad es que existe una diferencia genuina. Y esto es gracias a las experiencias que hemos vivido por años, ya que éstas son las que nos dan información para cada uno de nuestros movimientos.
Así que empecemos por definirlas:
La intuición es lo que te ha llevado a ser la persona que eres hoy. Te ha ayudado a tomar decisiones claras en momentos donde las necesitabas para que tu vida se desarrollara. En pocas palabras, la intuición llega como una respuesta basada en todo tu conocimiento, sentidos, experiencias y sentimientos y, a partir de eso, te brinda un plan de acción.
Por el contrario, la ansiedad es un sentimiento que llega como huracán y arrasa con todo a su paso. Es tan intensa, producto de un cerebro sumamente activo, que se vuelve engañosa. De pronto la preocupación y el nerviosismo toman el timón y son quienes te hacen tener una visión nublada, y en la mayoría de ocasiones llena de miedos, a la hora de tomar decisiones.
Por eso es importante conocernos para poder distinguirlas y no confundirlas. En este nuevo paso que estamos experimentando para aprender a confiar en nosotras mismas, tomemos un segundo cuando algo dentro de nuestro cuerpo se mueva. Observemos todas las señales y canalicémoslas de manera sincera.
No estamos locas por tener miedos intensos, ni somos brujas por confiar en lo que nuestra alma nos guía.